Las asociaciones de Razas Autóctonas de Aragón, entre las que se encuentra ANGRA, han alertado de que si pierden las ayudas del Gobierno autonómico, en cinco años esta ganadería entrará en peligro de extinción y se perderán treinta años de investigación en mejora genética de la raza, Según recoge FEAGAS.
Estas organizaciones ganaderas de razas autóctonas aragonesas han denunciado que el cierre contable de la DGA supondrá el despido de 30 titulados superiores y la cancelación de contratos de investigación. A la larga, esto podría implicar la desaparición de marcas como la IGP Ternasco de Aragón.
La no ejecución de esta cantidad, dentro del global de los presupuestos de Aragón por el cierre del ejercicio decretado por la Consejería de Hacienda puede suponer, según denuncian varias organizaciones ganaderas, “tirar a la basura todo un trabajo de conservación, mejora y fomento de las razas autóctonas de Aragón de más de 25 años”.
En concreto, como ha apuntado el secretario de la Asociación Raza Bovina Parda de Montaña (ARAPARDA), José Manuel Macarulla, al no firmarse los convenios estipulados y presupuestados entre la DGA y las distintas organizaciones del sector, esto se traducirá en “el despido de unas 30 personas con experiencia y titulaciones superiores en mejora genética y zootecnia, como son ingenieros agrónomos, doctores en veterinaria o biólogos” y en “la cancelación de contratos de investigación con la Universidad de Zaragoza, de Lérida, con el CITA o el CSIC”.
Además, han recordado que sin algunas de las razas autóctonas ovinas “no hay Ternasco de Aragón”, algo que por extensión afectaría a la existencia de su IGP (Indicación Geográfica Protegida. “Si desaparecen las razas, desaparecen sus propiedades, todo el trabajo, los empleos”, ha apuntado el representante de la Asociación de Ganaderos de la Raza Ojinegra, Joaquín Soler.
Cuestionados sobre si la falta de los más de 200.000 euros puede ser amortizada por los propios ganaderos, Macarulla ha recordado que “ya ha habido un esfuerzo”, como el pago con las cuotas de los asociados; y el portavoz de la Unión de Productores de Rasa Aragonesa, José María Pérez, ha especificado que los productores “no pueden soportar el gasto” y que “la mochila que se le pondría a la oveja sería demasiado grande”.
Por otra parte, han añadido que la situación de “asfixia financiera” viene de lejos, ya que desde 2009 las partidas dedicadas a este sector se han visto reducidas en un 70%.
Macarulla ha pedido que se equipare el patrimonio genético con el cultural y ha especificado que “no me puedo imaginar que la catedral de Roda de Isábena se venda”, en referencia a la venta de ejemplares de las cabezas de Rasa Aragonesa. Asimismo ha puesto de manifiesto que “si Ordesa o Posets-Maladeta están como están es porque viven nuestros animales”, al servir de alimento al lince o al quebrantahuesos. Los portavoces también han destacado la importancia que tienen estos ganados en las zonas rurales, ya que “las razas autóctonas se adaptan a todo, y las extranjeras solo se quedan con lo bueno”.
Además, Macarulla ha anunciado que las razas denominadas “de fomento”, entre las que están la Roya Bilbilitana, la Ojinegra de Teruel o la Parda de Montaña, estarán “en peligro de extinción en un plazo de cinco años”. Otra de las consecuencias que han vaticinado es la “no asistencia a ferias y certámenes ganaderos”, donde, ha recodado Macarulla, “se vende la imagen de Aragón”.
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